Dormir

Dormir es esencial para el bienestar físico y mental, ya que permite que el cuerpo y la mente se regeneren, recuperen energía, fortalezcan la memoria, fortalezcan el sistema inmunitario y regulen funciones metabólicas vitales como el azúcar en sangre. Un sueño de calidad mejora el rendimiento cognitivo y motor, estabiliza el estado de ánimo y la presión arterial, y repara los tejidos.

• Recuperación física: El sueño permite que los tejidos se regeneren y los músculos crezcan, promoviendo además la reparación del ADN dañado.
• Sistema inmunitario: Durante el sueño, se producen células inmunitarias que combaten infecciones y tumores, fortaleciendo las defensas del cuerpo.
• Salud metabólica: El sueño ayuda a regular hormonas como la insulina y el cortisol, lo que influye en el peso corporal y protege contra el riesgo de diabetes tipo 2.
• Función cardiovascular: Dormir bien ayuda a mantener estables la presión arterial y la frecuencia cardíaca, protegiendo el corazón y el sistema circulatorio.

• Memoria y aprendizaje: El cerebro procesa y consolida la información adquirida durante el día, fortaleciendo las conexiones neuronales y mejorando la capacidad de aprendizaje.
• Rendimiento cognitivo: Dormir bien aumenta la atención, mejora la toma de decisiones y mejora el rendimiento mental general.
• Estabilidad emocional: Dormir bien ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, lo que mejora el estado de ánimo y aumenta la energía mental.

• Etapas del sueño: El sueño se compone de ciclos de sueño no REM (descanso profundo y reparador) y sueño REM (movimientos oculares rápidos, sueños y actividad mental intensa).
• Regeneración: El cuerpo ralentiza las funciones fisiológicas, lo que permite que la temperatura corporal descienda y el metabolismo se reorganice.
• Limpieza cerebral: Durante el sueño, el cerebro elimina los desechos y las toxinas acumuladas durante la vigilia.